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Los Mesostigmata, además de poseer los atributos diagnósticos propios de los ácaros, poseen otros que los separan de los restantes superórdenes.  Al igual que en otros Parasitiformes, la coxa de las patas I-IV articula axilarmente con la región esternal del idiosoma de tal manera que el número de artejos que se cuentan en las patas son seis; los trocánteres de las patas III y IV no están divididos; los tarsos de las patas II-IV presentan basitarso; la región dorso apical del tarso de la pata I porta un complejo receptor constituido por un grupo de sedas sensoriales de distinto tipo. En el opistosoma poseen un par de estigmas respiratorios generalmente asociados a una peritrema acintada. El subcapitulum porta un par de estructuras de forma variable, generalmente con aspecto de cuernos y un máximo de cuatro pares de sedas; en la región central un deutosternum con un número variable de líneas dentadas. La base de los quelíceros está encerrada de un anillo esclerotizado que generalmente posee una proyección dorsal de aspecto variable. El tarso de los pedipalpos lleva una estructura en forma de uña apotélica bi- o tridentada en posición antiaxial. El orificio anal, en posición ventral o ventro-subterminal, está cubierto por dos valvas desnudas o que portan un par de sedas.
Los Mesostigmata, cuyos restos fósiles se remontan al Oligoceno (40 Ma), son ácaros cosmopolitas, que de forma exitosa se han adaptado a una gran diversidad de hábitats y presentan diferentes estrategias vitales. Su tamaño oscila entre 200 y 5000 µm.
Muchas son las especies de Mesostigmata que presentan gran interés por sus hábitos predadores sobre otras especies responsables de plagas agrícolas y forestales. Existen especies parásitas responsables de enfermedades o debilitamiento de vertebrados, incluso domésticos.

• Manual Orden, lista de familias y lista de especies

Familias (* No presentes en la Península Ibérica; solo en Macaronesia)