Los Ostracoda son crustáceos cuyo cuerpo queda protegido por un caparazón bivalvo, que les da el aspecto de un molusco. Son de tamaño muy reducido. Su cuerpo está poco segmentado, normalmente no más de 8 segmentos, y presenta muy pocos apéndices, que comprenden las antenas, dos apéndices bucales y, en ocasiones, dos más adicionales.
El elemento más característico de los Halocyprida, como del resto de los ostrácodos, es el caparazón bivalvo que en los miembros de este orden es oblongo o sub-rectangular. La existencia de 'rostrum' es habitual, con la excepción de la la familia Thaumatocyprididae, y a menudo se observan en la región postero-dorsal espinas o procesos puntiagudos asociados a glándulas. Carecen de ojos medio y lateral, aunque el órgano de Bellonci, bifurcado o no, está presente en la mayoría de las especies.
Los Halocyprida presentan 5-7 pares de apéndices (en los machos, además, se desarrolla un par más de apéndices copuladores). Las anténulas tienen de 6 a 8 artejos, mientras que las antenas son birrámeas, con un endopodio con 2-3 artejos y un exopodio formado por 9 artejos. Los dos primeros toracópodos tienen estructura de patas marchadoras que suelen terminar en garras terminales. El segundo toracópodo falta en algunas especies y el tercero, con frecuencia; cuando está presente se reduce a un lóbulo con algunas sedas. El urópodo es una estructura lamelar con garras terminales.
Se trata de un grupo de crustáceos exclusivamente marinos que habita todos los mares del planeta, desde la superficie hasta las profundidades abisales. La mayoría de las especies de ostrácodos planctónicos pertenecen a este grupo, que también incluye formas bentónicas. Algunas especies producen bioluminiscencia. Sus hábitos tróficos varían según las especies: filtradores, comedores de detritus, o carnívoros.
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