Los piojos son insectos hemimetábolos, de pequeño tamaño (promedio de dos a tres mm de longitud en adultos, aunque algunos géneros pueden alcanzar hasta un cm), ápteros y con el cuerpo comprimido dorso-ventralmente. Durante toda su vida viven como ectoparásitos obligados de aves y mamíferos, mostrando un elevado nivel de especificidad por sus hospedadores. La mayoría de especies (piojos masticadores) se alimentan de descamaciones dérmicas y plumas de sus hospedadores, aunque los anopluros (piojos chupadores) y algunos géneros de amblíceros tienen una dieta hematófaga.
La morfología es bastante homogénea, aunque pueden distinguirse dos grandes tipos: Anoplura y Mallophaga. Anoplura presenta una cabeza cónica, más estrecha que el tórax. Antenas filiformes, cortas, de habitualmente cinco artejos. Ojos, si están presentes, simples. Aparato bucal picador chupador muy especializado. El tórax presenta sus tres segmentos fusionados. Patas similares, con tarsos reducidos y uñas grandes y robustas; tibia con prominencia, lo que forma una suerte de pinza con la uña tarsal. Mallophaga presenta una cabeza prognata, subtriangular, ensanchada en la parte posterior y redondeada en la anterior. Antenas cortas de 3 a 5 artejos. Ojos compuestos reducidos; ocelos no presentes. Aparato bucal masticador. Abdomen oblongo con 8 a 10 segmentos visibles, casi todos ellos con estigmas respiratorios.