IX JORNADAS DEL GRUPO IBÉRICO DE ARACNOLOGÍA

La singularidad aracnológica en la conservación de especies y espacios.

Jesús MIÑANO (1), Miguel Ángel ESTEVE (2) & Carles RIBERA (3)

1 Depto. Ecología e Hidrología. Fac. Biología. Univ. Murcia. Campus de Espinardo. E-30100 Murcia (España). jesus@aracnologia.es

2 Depto. Ecología e Hidrología. Fac. Biología. Univ. Murcia. Campus de Espinardo. E-30100 Murcia (España). maesteve@um.es

3 Depto. Biología Animal. Fac. Biología. Univer. Barcelona. Avda. Diagonal, 645. E-08028 Barcelona (España). cribera@ub.edu

     La crisis ambiental que se vive actualmente, despierta una creciente preocupación por la preservación de distintos elementos de medio natural y por la búsqueda de un desarrollo sostenible de los sistemas que se explotan. Establecer la protección oficial de algunas especies o de lugares de interés natural es un paso previo a la conservación  de los mismos, sin embargo, no es fácil definir los criterios ecológicos, sociales ideológicos y de gestión que permita seleccionar los valores o cualidades de determinados elementos del medio natural que merezcan su protección o que ayuden a definir distintos fines de su conservación. El uso subrogado de invertebrados en estos fines puede y debería usarse en la conservación de determinados hábitats junto a otros métodos evaluadores como vertebrados, paisaje, vegetación, geomorfología...

     Dejando a un lado la discusión sobre la necesidad de proteger determinados elementos de nuestro patrimonio natural, y considerándolo un aspecto fundamental a tener en cuenta en cualquier sociedad moderna, nos centramos aquí en la búsqueda de criterios y métodos con los que objetivar este proceso de selección de los elementos de mayor interés en los que es realmente necesario su protección. Esto es relativamente complicado ya que se precisa de instrumentos conceptuales y de valoración que pueden entrar en conflicto con las diversas acepciones y las interpretaciones que se pueden hacer de los mismos, sin contar el hecho de que estos no quedan exentos de una ambigüedad interpretativa, que deja un gran poder de decisión en manos de la voluntad política en cada caso.

     Analizamos algunos aspectos metodológicos y de procedimiento en los modelos de evaluación de la naturaleza que ofrecen ventajas en las acciones científicas y en las políticas medioambientales, ambas condicionadas por las limitaciones temporales y de recursos para la obtención de datos. Esto obliga a trabajar buscando una simplificación cuantitativa y de interpretación de los datos. que nos hace proclives al uso de los criterios de pronóstico (más esquemáticos pero más directos y rápidos), frente a los criterios empíricos (más fiables pero mucho más costosos y lentos). Se analiza igualmente, las dificultades en la medición de distintos atributos evaluables y de comparación (diversidad, endemicidad, naturalidad, representatividad...), y algunas de las técnicas para el cotejo y la normalización de los valores de la clasificación o de jerarquía de los elementos a evaluar, intentando evitar la correlación interna entre los diferentes atributos usados finalmente.

     Todo ello se ejemplifica mediante un trabajo práctico realizado con distintas especies de araneidos en el espacio natural de Calblanque (Sureste Ibérico). En él se parte de un conocimiento profundo de la aracnofauna regional y del uso ad hoc de sencillos índices de singularidad (aplicados a las especies y los distintos hábitats), que aúnan de manera lineal a distintos atributos específicos basados en la endemicidad, la rareza, la especificidad, el interés especial y la vulnerabilidad frente a las amenazas locales. Como aplicación de estos índices se muestra una representación cartográfica de la singularidad espacial obtenida, relacionándola con las especies presentes y la clasificación del espacio ambiental. Finalmente se intenta simplificar y hacer extensivos los métodos de comparación de la singularidad de hábitats mediante la búsqueda de modelos no lineales de correlación entre los índices de singularidad aplicados e indicadores más intuitivos y fáciles de medir como la riqueza taxonómica a nivel específico, genérico, e incluso familiar, lo que facilita enormemente su plicabilidad.