V JORNADAS DEL GRUPO IBÉRICO DE ARACNOLOGÍA

La conservación de los arácnidos en España: un ejercicio en subjuntivo.

Marcos MÉNDEZ

Área de Biodiversidad y Conservación, Universidad Rey Juan Carlos, c/Tulipán s/n., 28933 Móstoles (Madrid), España. mmendez@escet.urjc.es

     Una ojeada a las listas de protección y a la bibliografía sobre conservación revela que la conservación de los arácnidos no existe, ni en Europa ni en España, más que de modo testimonial. ¿Se debe la escasa presencia de arácnidos en las listas de especies protegidas a que no existen serias amenazas sobre este grupo, a una falta de interés por parte de los aracnólogos y/o gestores, a una falta de información suficiente para evaluar el estado de conservación de los arácnidos, o a una combinación de estos factores? Es necesaria una respuesta meditada a esta pregunta si quiere desarrollarse una estrategia sólida para la conservación de los arácnidos en España.

     Ante el aparente agravio comparativo que sufren los arácnidos en la representación en listas de protección, una reacción natural es abogar por la catalogación de más especies de arácnidos. Sin embargo, esta puede ser una decisión apresurada. ¿Qué evidencia existe para elegir especies a incluir en una lista de protección? Si se intenta aplicar los criterios de la UICN a los arácnidos españoles se tropieza con la dificultad evidente derivada de la falta de información sobre distribuciones, tamaños poblacionales y tendencias temporales. Una alternativa sería identificar aquellas especies que sufren amenazas más evidentes, pero lamentablemente el conocimiento de las amenazas que afectan a especies concretas es muy limitado. Los más de 300 endemismos ibéricos son los candidatos más obvios a incluirse en lismas de protección, bien en base a su distribución restringida (UICN) o a su fragilidad ante la destrucción de su hábitat. Pero incluso en este caso hay que ser cauto a la hora de valorar la evidencia sobre distribución y fuentes de amenaza.

     Una vía complementaria a la conservación de arácnidos es la basada en hábitats. En este caso, es mucho más abundante la bibliografía sobre fuentes de amenaza o al menos sobre factores que afectan a la diversidad de arañas. El efecto de la gestión y el uso de pesticidas en agroecosistemas sobre la diversidad de arañas esta bien establecida. Además se conoce el efecto de diversas perturbaciones naturales (e. g. incendios) y antrópicas (e.g. tala) sobre la diversidad de arácnidos en bosques. La distribución de la diversidad de arañas en España es muy mal conocida pero potencialmente más aprovechable para asignar prioridades de conservación.

     Mi propuesta preliminar para abordar la conservación de los arácnidos en España es utilizar, a corto y medio plazo, la conservación de hábitats con mayor diversidad o endemismos. La elaboración de listas de protección debe seguir un desarrollo paralelo pero probablemente más lento. Requiere profundizar en la identificación de factores de amenaza concretos y en la mejora de la información poblacional y corológica de las especies afectadas. Una labor no menos importante es crear una conciencia conservacionista entre el colectivo aracnológico español, sin la cual dificilmente se avanzará en la obtención de los datos necesarios para evaluar el estado de amenaza de la aracnofauna.