XIII JORNADAS DEL GRUPO IBÉRICO DE ARACNOLOGÍA

FENOLOGÍA ESTACIONAL DE LAS ARAÑAS EN UN ENCINAR MONTANO DEL MONTSENY (BARCELONA, ESPAÑA); 1ª APROXIMACIÓN

José A. BARRIENTOS, A. ESPUNY , M. MARTÍN

Grupo de Biodiversidad Animal. Facultad de Biociencias. Universidad Autónoma de Barcelona. Edificio C. 08193, Bellaterra (Barcelona)

     El macizo del Montseny constituye el enclave principal de la Sierra Prelitoral Catalana. Sus laderas acogen varios cinturones de vegetación natural, que se sucede siguiendo un gradiente altitudinal (desde los 200 m de su base a los 1700 del Turó de l´Home). Así, en sus cotas más bajas, es posible diferenciar un bosque mediterráneo dominado por encinas que trepan por las laderas. La franja más elevada del encinar (500 a 1000 m) se suele denominar “encinar montano”, por cuanto es posible diferenciarlo del encinar mediterráneo típico y los alcornocales, que ocupan la franja inferior. El encinar mediterráneo montano es un bosque complejo, abigarrado, que permite el crecimiento de un sotobosque denso y heterogéneo, difícil de transitar; por otro lado, es un bosque claramente marcado por la variación estacional, que mantiene las huellas de una explotación antrópica pretérita, todavía evidente.

     Como ocurre con otros muchos grupos de invertebrados, las arañas del Montseny apenas han sido objeto de estudio (BARRIENTOS, 1986). En este contexto se llevó a cabo un trabajo específico sobre las arañas del encinar montano, con valor de tesis doctoral (ESPUNY, 1992). La información que ahora ofrecemos pertenece íntegramente a dicho estudio, cuyos datos fenológicos han permanecido prácticamente inéditos hasta hoy, aunque sí se han publicado algunos aspectos del mismo (ESPUNY, BARRIENTOS y ASCASO, 1993; BARRIENTOS, ESPUNY y ASCASO, 1994 y 1996; URONES, BARRIENTOS y ESPUNY, 1995).

     El trabajo se planteó (a grandes trazos) diferenciando cuatro unidades de vegetación (“bosque con sotobosque”, “bosque sin sotobosque”, “sólo sotobosque” y “sin bosque ni sotobosque”) y se combinaron varios métodos de muestreo acordes con cada zona (trampas de caída, trampas de emergencia-vaciado, biocenómetro, mangueos, batidos, fotocleptos de árbol y fotocleptos de arbusto), durante un ciclo anual completo con una cadencia quincenal. La muestra supuso una captura global de 15618 arañas, que encierran la representación de 36 familias, 116 géneros y 184 especies.

     A pesar de la aparente densidad de información que supone el planteamiento previo, la mayoría de las especies identificadas están representadas en la muestra global por un número limitado de ejemplares; no es posible deducir nada concreto y definitivo en relación con su fenología. No obstante, las especies que podríamos calificar de principales, sí permiten algún tipo de comentario en este sentido. Ofrecemos en esta ocasión, de una manera sintética y preliminar, la totalidad de la información fenológica, destacando en varias gráficas individualizadas la de algunas especies que arrojan un balance numérico adecuado. Son, por orden alfabético: Agalenatea redii (Scopoli, 1763), Amaurobius similis (Blackwall, 1861), Anelosimus vittatus (C.L.Koch, 1836), Araniella cucurbitina (Clerck, 1757), Alopecosa accentuata (Latreille, 1817), Asagena phalerata (Panzer, 1801), Dipoena melanogaster (C.L.Koch, 1837), Episinus maculipes (Cavanna, 1876), Haplodrassus dalmatensis (L.Koch, 1866), Heliophanus flavipes (Hahn, 1832), Hogna radiata (Latreille, 1817), Linyphia triangularis (Clerck, 1757), Mangora acalypha (Walckenaer, 1802), Neon reticulatus (Blackwall, 1853), Neoscona adianta (Walckenaer, 1802), Pelecopsis parallela (Wider, 1834), Philodromus cespitum (Walckenaer, 1802), Saitis barbipes (Simon, 1868), Simitidion simile (C.L.Koch, 1836) y Zelotes civicus (Simon, 1878).