XV JORNADAS DEL GRUPO IBÉRICO DE ARACNOLOGÍA

La peligrosidad y el color en la tarántula mediterránea (Lycosa hispanica)

Eva De Mas1, Ester Campanario1, Jordi Pascual2, Ana María Martínez3, Carlos Terrateniente4, Jordi Moya-Laraño1

(1) Estación Experimental de Zonas Áridas, CSIC. Ctra. Sacramento s/n. 04120 Almería.

(2) c/Jordi Capell 21, 3er.1a. 08552 Taradell, Barcelona.

(3) Instituto de Investigaciones en Materiales, Universidad Nacional Autónoma de México, Circuito Exterior SN, Ciudad Universitaria. CP 04510, Mexico DF. Coyoacán, México.

(4) MIMS - Laboratory for Molécular infection Medicine Sweden, Department of Molecular Biology, Umeå University. Laboratory 6k-144. Office 6L-142. SE-901 87 Umeå. Sweden

    La coloración en los animales no es nunca casual, y su importante función se ha confirmado numerosas veces. Puede utilizarse para evitar la depredación, presentando coloración mimética, críptica o aposemática, o indicando toxicidad, pero también se ha demostrado que los colores se utilizan para indicar cualidades individuales como la agresividad, la condición, la edad, la respuesta inmune,.... Es lo que se denominan señales y sean honestas o no, tiene un papel muy importante en el reconocimiento y elección de pareja y en la competencia intraespecífica. Por lo tanto, como se ha podido ver en numerosos ejemplos, la importancia del color en la supervivencia y la reproducción de los individuos hace que esté estrechamente relacionado con el proceso de evolución por selección natural.

    Las sustancias que pueden colorear a los animales son múltiples y en el caso de los artrópodos suele tratarse de pterinas, melanina, carotenos y omocromos, y es una coloración química que se encuentra en la cutícula, la epidermis o los tejidos subepidérmicos.

    Cuando vemos un animal con coloración vistosa, las preguntas que nos hacemos al respecto suelen ser: ¿a qué sustancia es debida esa coloración?, ¿cómo y de donde la obtienen?, ¿por qué es distinta en cada individuo?, ¿con que objetivo la muestran? y, sobretodo, ¿que ventajas les aporta?

    Mediante HPLC se pudo descubrir que el color naranja de la parte ventral de estas arañas se debe a omocromos y que la subtancia responsable es la 3-OH-quinurenina, un aminoácido derivado del triptófano. La forma no hidroxilizada de esta molécula, la quinurenina, es un veneno neuroparalizante utilizado por serpientes y avispas parasitoides. Dicha substancia fuen encontrada en las glándulas de veneno de L. hispanica. Además, encontramos que la cantidad de 3-OH-quinurenina en el veneno está negativamente asociada al color y negativamente asociada a la quinurenina, la forma activa del veneno. Esto sugiere que las arañas utilizan el color para indicar de forma honesta su inversión en potencia del veneno y que el color es una señal honesta de su peligrosidad.