Araneidos o arañas orbitelas, de tela geométrica o circular
Araneidae Simon, 1895
Taxonomía
Araneidae Simon, 1895 (= Argiopidae Simon, 1890 = Epeiridae Sundevall, 1833) es una controvertida familia a nivel taxonómico. Durante el siglo XX  ha sido designada por los 3 términos científicos anteriores. Epeiridae, el término más antiguo, fue sustituido, o bien, por Argiopidae por los autores franceses, muchos ingleses y americanos, o bien, por Araneidae, término usado por los alemanes y algunos americanos. Tras aplicación del código de nomenclatura zoológica se ha aceptó el término Araneidae para denominar a la familia. Actualmente, se encuentra en revisión su filogenia y la delimitación de los taxones que se incluyen en ella.
En las obras clásicas para la identificación de las arañas europeas [Simon (1929), Wiehle (1931) y Locket & Millidge (1953)], la mayoría de las especies se encuentran agrupadas dentro del género Araneus Clerck, 1757. En la década de 1970, H.W. Levi y M. Grasshoff llevan a cabo una reorganización en la nomenclatura y taxonomía del género Araneus, basada en la estructura de los órganos copuladores, para la especies norteamericanas y centroeuropeas, que terminará aceptándose por el resto de los autores mundiales.
En la Península Ibérica la representanción de esta familia está formada por 59 especies, agrupadas en 21 géneros, de las cerca de 3.000 especies que se hallan en todo el mundo.
Morfología
Los araneidos son arañas tejedoras de telas circulares, araneomorfas, carentes de cribelo y calamistro. La placa dorsal del prosoma, escudo, casi siempre ovalado, con la región cefálica limitada por unas escotaduras oblicuas que existen a la altura de la inserción de las coxas de los pedipalpos, y truncada en su borde anterior. El área ocular está constituido por sus 8 ojos dispuestos en dos filas, anterior  y posterior, formando 3 grupos: uno medio, de 4 ojos, en forma de cuadrado o trapecio, y separado a cada lado de los otros 2 ojos que forman los grupos laterales. Los ojos de la fila anterior se encuentran separados del borde anterior del prosoma por un clípeo vertical. La región torácica dilatada marcada, normalmente, por una ancha depresión, la fóvea, superficial, transversa, lisa y glabra, cubierta por el borde anterior del opistosoma. Más raramente, esta foseta es longitudinal, estando en este caso descubierta por el opistosoma (Neoscona, Larinia). Generalmente, ambas regiones son planas y casi de la misma altura, pero en ciertos casos, la región torácica se encuentra más elevada que la cefálica (Mangora). Ventralmente, existe otra placa denominada esternón, colocada entre la coxas de los apéndices y truncado anteriormente por la pieza labial o labio. Posteriormente, se prolonga, la mayoría de las veces, entre el par de coxas IV. El labio, más ancho que largo, está fuertemente rebordeado en su extremo apical. Ambas estructuras, esterno y pieza labial, se encuentran articuladas por una porción membranosa. Las láminas maxilares son cuadrangulares y presentan en su borde interno una sérrula. El escudo y el esternón se hallan conectados lateralmente por la pleuras, lugar por el que se insertan radialmente los apéndices. Los apéndices prosómicos se pueden dividir en 3 grupos:
- los quelíceros, primer par, son robustos, verticales y paralelos, nunca divergentes (labidognatos), provistos de un condilo (abultamiento) basal. Los márgenes son oblicuos y cortos, provistos de una serie de dientes (3-4 en el  promargen y 2-3 en el retromargen) casi contiguos y comenzando muy cerca de la base de la uña, en los ángulos de su escotadura.
- los pedipalpos exhiben una segmentación semejante a la de un apéndice marchador, faltando únicamente, el metartarso. El tarso del pedipalpo de la hembras ofrece una uña pectinada. La función del pedipalpo es sensorial, utilizándose, por ejemplo, durante la manipulación del presa. En los machos, actúa como órgano copulador, mediante un conjunto de estructuras denominada bulbo localizada en la cara interna del tarso que recibe el nombre, en relación con esta estructura de cimbio. El bulbo copulador consta de 2 tipos de estructuras, unas esclerotizadas, los escleritos, y otras de membranosas, las hematodocas, ambas pudiendo presentar una serie de prolongaciones, las apófisis cuyo papel es esencial en  la copulación. La figura del margen muestra un esquema del bulbo copulador con sus partes más importantes.
- Los 4 pares de apéndices marchadores o patas, se sitúan radialmente en la región pleural torácica, cubiertas de macrosetas, sin tricobotrios en los fémures o tarsos, sin peine de falsas uñas en el metatarso IV. Presentan 3 uñas tarsales acompañadas de uñas auxiliares; los metatarsos y los tarsos, sin escópulas.
El opistosoma es de forma muy variable, pudiendo estar recubierto por un escudo marcado de impresiones llamadas placas oceliformes o sigilas. Dorsalmente, muestran una serie de diseños y coloraciones que utilizan para mimetizarse con el entorno que les rodea. Ventralmente, las placas pulmonares que preceden a los estigmas, están marcadas por pliegues transversales en su borde interno. Este carácter está muy desarrollado en las grandes especies, atenuándose en las de menor tamaño. Existe otro orificio respiratorio colocado anteriormente a las hileras. La abertura genital femenina posee un órgano copulador especial llamado epigino. Este estructura está formado por un acúmulo de placas esclerotizadas, donde se distingue varias partes: escapo, que puede o no estar ausente, consistente en una prolongación superior de forma variable que cubre la aberturas copuladoras, y unas piezas basales (una central y 2 laterales) que cubren los conductos copuladores y las espermatecas. Las hileras, en número de 6 (3 pares), están formadas por 2 artejos, llevando el artejo terminal en su superficie ventral una distribución precisa de fúsulas de diversos tipos. Posteriormente a las hileras, presentan una pequeña prominencia denominada, el colulus.
Biología
El rasgo de conducta más conocido de la familia Araneidae es la construcción de telas circulares u orbitelas. La tela circular es una lámina aérea, más o menos, vertical y circular cuya mitad inferior es más alargada y donde la araña, suele, colgar cabeza abajo. Esencialmente, está formada por 3 tres elementos: los hilos o fibras del cuadro y suspensores, que sirven de inserción a los radios, y forman el contorno de la tela.; los hilos radiales convergentes en el núcleo, y que son los encargados de la tensión de la tela y la espiral adhesiva, que ocupa la mayor parte de la tela y esta colocada en círculos concéntricos. El esqueleto de la tela está formado por las fibras de suspensión y los radios, mientras que la espiral adhesiva, sólo tiene como función la retención de presas. Dentro de la tela hay que distinguir distintas regiones: el núcleo o centro, que puede o no estar colocado en el centro de la tela y es el lugar donde se coloca la araña. En el caso de las especies que fabrican un refugio en la vegetación adyacente, existe un hilo avisador desde el núcleo de la tela hasta la araña que la informa de las vibraciones. El núcleo está formado por una serie de cortas fibras irregulares que componen una vaga plataforma, pudiendo faltar en algunos casos (Cercidia); inmediamente alrededor del núcleo está la zona libre lugar en el cual la araña puede cambiar de una lado a otro de la tela y que sólo está cruzado por la fibras radiales y el resto de la tela está ocupado por la espiral adhesiva.
Adaptadas a su vida en la tela de arañas tienen la visión poco desarrollada. Guiándose por la vibración y tensión de los hilos en la tela localizan la presa, la capturan rápidamente con sus patas y sacando con ellas fibras de seda de sus hileras la envuelven. La muerden y luego la llevan al centro de la tela o a su refugio donde se la comen. Desprenden los restos de la tela y los dejan caer. Existe una gran variabilidad de los ciclos en un grupo tan homogéneo en cuanto a su modo de caza. En muchas regiones de Europa, las arañas orbitelas están inactivas en invierno; pero en el curso del resto de estaciones, estas variaciones permiten la presencia en el medio, a la vez, de jóvenes y adultos. 
araneidae
© 2007 Eduardo Morano Hernández
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