Las barreras geográficas que durante milenios han limitado el movimiento de las especies silvestres empezaron a disolverse con los primeros movimientos migratorios de las poblaciones humanas que desplazaban, entre sus enseres, especies domesticadas de animales y de vegetales cultivables y, con ellas, otras de forma involuntaria. Con el crecimiento de la población humana, la formación de los grandes imperios, las grandes exploraciones y la apertura de nuevas vías comerciales, el movimiento de especies se ha incrementado progresivamente hasta alcanzar, en el último siglo, niveles sin precedentes. Hoy en día, la agricultura, pesca, industria hortícola, comercio de mascotas, etc. dependen en gran medida de especies exóticas, es decir, introducidas desde otras partes del mundo (véase el apartado de definiciones). Este movimiento de especies, intencionadamente desplazadas de un sitio a otro por razones de distinta naturaleza (Tabla 1), favorece asimismo el transporte involuntario de otras como subproducto del comercio intercontinental.
La interacción entre los organismos y su ambiente así como los factores que determinan los rangos de distribución de los seres vivos han interesado a la comunidad científica durante más de 200 años. De igual modo, los científicos han estudiado las relaciones que se establecen entre las distintas especies de una comunidad dada así como encontrar generalidades en la manera en que dichas comunidades se organizan. ¿Qué puede ocurrir cuando se introduce una especie en un lugar distinto del de origen? ¿Qué factores determinan sus probabilidades de establecimiento y de expansión en el nuevo territorio? ¿Qué relaciones se establecen con los organismos autóctonos de dicho territorio? ¿Qué impacto pueden tener sobre las comunidades y ecosistemas? Las especies introducidas y exóticas suponen un “experimento natural” y permiten estudiar, entre otras cosas, los factores que determinan el establecimiento y expansión de las especies, así como los procesos de competencia interespecífica y poner a prueba las ideas sobre la estabilidad de las comunidades biológicas.
Tabla 1. Resumen de las principales causas de introducción de especies y una lista no exhaustiva de ejemplos.
Causas intencionadas - Realizadas por la especie humana, de forma consciente y con fines determinados. |
Producción de alimentos |
Producción de madera |
Mejora del suelo |
Freno a la erosión |
Estabilización de dunas |
Razones estéticas (paisajismo) |
Turismo (traídas al viajar) |
Caza y pesca recreativa |
Abandono de mascotas |
Reintroducciones de subespecies distintas de las
autóctonas |
Escapes de granjas, zoológicos, piscifactorías, etc., por
negligencias |
Control biológico e investigación |
Causas no intencionadas -Se producen de forma involuntaria, pero siempre mediadas por agentes humanos. |
Cargamentos de productos agrícolas o forestales |
Materiales de embalaje |
Transporte de bienes |
Como polizones en medios de transporte |
Descarga de aguas de lastre |
Aprovechamiento del abatimiento de barrera geográficas
por obras de ingeniería |
Utilizando otros organismo como vectores |
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